Si tu negocio padece mermas, desperdicios y pérdidas de insumos, ¡cuidado! Significa que no tienes implementada una cadena de suministro.
En los negocios ocurre como en casa: si sabes que a ningún miembro de la familia le gustan las berenjenas, ¿por qué entonces incluirlas en la despensa? Al final nadie las comerá y lo más probable es que se echarán a perder. Las pérdidas de insumos significan costos para el negocio, y también para las familias.
Por eso la importancia de la cadena de suministro, en la que cada uno de los departamentos o grupos de trabajo que conforman la empresa deben mantener una comunicación constante y trabajar en un objetivo común: hacer más rentable a su organización.
La cadena de suministro dará eficiencia y rentabilidad a la empresa, en la medida en que el dueño del negocio -a través de su liderazgo- sea capaz de hacer que cada uno de los integrantes colabore de forma coordinada.
Genera eficiencia operativa y económica
Es lamentable conocer organizaciones donde cada departamento parece una isla que trabaja para sí misma, sin importar el resto. Lo que les interesa son sólo sus resultados, y no los generales de la empresa.
De ahí se desprende la relevancia de que el dueño del negocio tenga claros los beneficios de implementar una cadena de suministro, en términos de eficiencia operativa y económica.
En ella, todos los grupos de trabajo o departamentos de la empresa -desde abastecimiento, inventarios, producción, marketing, ventas y distribución- están alineados a un mismo objetivo: satisfacer y ganar más clientes.
Si hay ventas, hay ingresos; y si hay eficiencias, disminuyen los costos; entonces si los ingresos son mayores que los costos, hay utilidades. Si hay utilidades, hay rentabilidad y por lo tanto, hay empresa y empleos.
Criterios para la demanda esperada
El abastecimiento de materias primas o suministro, debe estimarse a partir de la demanda esperada de tu producto. Esta demanda es el resultado de las proyecciones que hagan las áreas de marketing y ventas.
Las funciones de producción y distribución serán las receptoras de lo que ventas y suministro de materiales les indiquen. Seguramente estarás preguntándote, ¿cómo calculo la demanda esperada?
Si has seguido mi consejo y tienes una base de datos históricos de ventas, con volúmenes, fechas, horas, entre otros, ¡bingo! Esos datos te darán la información que necesitas. La información es poder de decisión.
Haz un esfuerzo y no seas parte del 74.5 por ciento de los dueños de microempresas del país que no usan equipo de cómputo, afirmando que no lo necesitan, según evidencia la última encuesta de INEGI.
Por otro lado, además de la información interna, considera también el macro ambiente en que está inmerso tu negocio. Por ejemplo, ¿cómo va la economía?, ¿cuáles son las expectativas de crecimiento?, ¿cómo va la generación de empleo?
Desperdicios tienen doble costo
Recuerda que si hay crecimiento económico, hay empleo; y si hay fuentes de trabajo, las personas tienen dinero en sus bolsillos, es decir, tienen poder de compra. No pierdas antes de ganar.
Sin importar el tamaño de tu negocio, es fundamental poner en marcha una cadena de suministro bien planeada, coordinada y ejecutada.
Cuida tus recursos, recuerda que son escasos y caros. Cada insumo desperdiciado tiene un doble costo: el que erogaste al comprarlo, y el rendimiento que dejaste de ganar por haberlo gastado.