Pocos aspectos de un negocio son tan indeseables como despedir a un empleado. Sin embargo, existen lineamientos para llevar a cabo este proceso de manera profesional y, sobre todo, humana.
Decirle adiós a un colaborador es una decisión de negocio indeseable, pero bien llevado, se trata de un proceso que se puede convertir en una experiencia enriquecedora para ambas partes.
Si bien cada situación laboral es distinta y merece algunas soluciones específicas, existen tácticas generales sobre cómo despedir a un empleado de manera profesional, escribe Rodrigo Ochoa, socio y director de Business Tools.
Éstos son algunos lineamientos para terminar una relación laboral por causas de desempeño, comenzando por las acciones que se deberían implementar desde antes de tomar la decisión definitiva del despido.
Antes del despido
Antes de prescindir de un colaborador, es deseable concederle un tiempo razonable para que pueda mejorar su rendimiento. Para ello, Ochoa recomienda brindar retroalimentación efectiva y oportuna a todos los trabajadores.
De manera constante, cada líder de área debe brindar información constante a sus colaboradores, sobre los resultados que están obteniendo. Si son positivos, es importante ofrecer recompensas, mientras que, si son negativos, hay que establecer mecanismos y plazos para mejorar la productividad.
En caso de que el colaborador no cumpla con los plazos y resultados esperados, o incurra en alguna falta (por ejemplo, deshonestidad laboral), será más sencillo el proceso de separación, porque el despido ya no será tan inesperado.
Si ya fue tomada la decisión, el siguiente paso es reunirse con el encargado de Recursos Humanos y personal del área jurídica para establecer los lineamientos de la salida. Y si el trabajador labora mediante un esquema de outsourcing, es indispensable acordar con ellos la fecha de baja, motivos y condiciones.
Durante el despido
Ahora sí, ¿cómo despedir a un empleado? Para empezar, la noticia debe ser comunicada durante una reunión privada entre el líder y el colaborador, evitando cualquier interrupción.
Una vez iniciada la plática, no deben pasar más de 2 minutos para notificar el despido, aconseja Ochoa. Es importante:
- Hablar con respeto en todo momento y no perder la calma.
- Evitar abundar en discrepancias o errores del pasado.
- No entrar en negociaciones.
- Enfocarse en el proceso de salida, no en los porqués del despido, de acuerdo con los lineamientos establecidos con Recursos Humanos.
- Dejar hablar al colaborador, pero sin permitir que sus argumentos cambien la decisión.
- En caso de que la persona requiera tiempo para asimilar la noticia, no se debe presionar para acelerar el proceso.
Después del despido
Debido a que las condiciones de salida de un colaborador no son de incumbencia de nadie más, estos detalles se deben mantener en confidencialidad y compartirlos únicamente con las personas involucradas en el proceso, observa Ochoa.
El equipo de Recursos Humanos es el indicado para cerrar el proceso, pues la responsabilidad del líder termina una vez concluida la notificación.
Despedir a un colaborador nunca será sencillo. Por eso, a quienes busquen desarrollar sus habilidades para llevar a cabo este tipo de movimientos, el especialista les aconseja contratar la ayuda de un asesor de recursos humanos.