Desde una idea de producto o servicio hasta constituir una empresa hay un camino largo y sinuoso. Para recorrerlo mejor, la validación de mercado es un proceso que te puede ayudar.
Hasta la mayor empresa comenzó con una sola idea, apenas un chispazo. Ese momento de inspiración en el que no había nada, mas que una suposición o una expresión de entusiasmo, está en el origen de todos los negocios.
Para que esta semilla llegue a germinar en una empresa exitosa, se necesita recorrer un camino que no todos están dispuestos a emprender. Implica darse cuenta de que, por más genial que parezca una idea, se necesita más que eso para fundar un negocio.
La validación de una idea es uno de los procesos críticos en este camino. Consiste en comprobar, desde un punto de vista objetivo, si la demanda real del producto o servicio es suficiente para sostener una empresa.
Hay tantos modelos de validación como negocios existen. Sin embargo, la parte básica consiste en hacerlo mediante tres preguntas simples, de acuerdo con Frank Pobutkiewicz, director de Whiteboard Youth Ventures:
- ¿Comprará la gente lo que estoy vendiendo?
- ¿Cuál es el precio máximo que ellos pagarán por lo que vendo?
- ¿Suficientes personas lo comprarán, como para sostener el negocio?
1. Crea un prototipo
Se aconseja que el primer paso para validar tu idea de negocio sea crear un prototipo básico. El modelo que realices debe ayudarte a probar que la idea de tu negocio es válida. Es decir, debe transmitir al usuario la idea de producto o servicio que quieres ofrecer.
Lo ideal es que realices varias pruebas con distintos usuarios. No tengas miedo de probar con públicos diferentes: de hecho, entre mayor variedad haya en tus audiencias, será mejor. Así, sus opiniones te permitirán mejorar tu producto o servicio.
Recuerda: estás intentando responderte si la gente comprará lo que vendes, cuál será el precio máximo que pagarán y si existe suficiente demanda.
2. Forma una base inicial de fans
Este paso consiste en crear una audiencia antes de que comiences oficialmente a vender tu producto. Así, validas el mercado para que otros consumidores se sientan confiados al comprar contigo. Y para formar esta audiencia, puedes echar mano de las redes sociales y de tus propias amistades.
3. Finalmente, ¿comprará la gente mi producto o servicio?
Después de que los primeros clientes ya te hayan pagado, comienza a haber una expectativa de servicio y de rendimiento de tu producto. Pídeles su opinión, observa la demanda que comienza a haber en tu negocio. Solamente así podrás responder a tus tres preguntas iniciales y validar tu mercado.
Manos a la obra con tu negocio
No hay mayor validación que tener a un cliente que regresa a comprarte. Así que en este punto, ya puedes pasar a los aspectos operativos, legales y financieros: abrir tu cuenta bancaria, constituir legalmente tu empresa, buscar socios, formar un equipo…
Si bien estos procesos son los más cansados, valen la pena cuando se realizan sobre una idea de negocio que ya fue validada y que, por lo tanto, tiene mayores probabilidades de sobrevivir.