Enriquecer nuestra productividad personal comienza por administrar el tiempo de forma adecuada, dándole su debido valor, escribe el equipo de Helpi Coaching.
A lo largo de los años, hemos escuchado de la gran mayoría de los emprendedores y dueños de pymes, esta pregunta: ¿Cómo puedo aprovechar más el tiempo? Normalmente, viene acompañada de la queja: ¡No tengo tiempo, termino el día, la semana y el mes y siento que no avanzo con las cosas importantes!…
Ésta es una de sus principales frustraciones. Es obvio que, por más que deseemos mejorar nuestra administración del tiempo y productividad personal, no podemos regalarle más horas al día: el tiempo es un elemento externo a nosotros.
En efecto, el día tiene 24 horas que no se pueden guardar ni acumular para el día siguiente. Pero lo que sí podemos hacer para enriquecer nuestra productividad personal es gestionar las acciones, es decir, ver a qué dedicamos nuestro tiempo durante esas 24 horas.
5 tips de productividad personal
En el fondo, si decimos que no tenemos tiempo, lo que estamos diciendo es que no tenemos vida. Por eso nos confronta tanto. Al respecto, les queremos compartir esta frase de William Matthew Flinders Petrie, egiptólogo británico y pionero en la utilización de un método sistemático para el estudio arqueológico:
“La primera ley del éxito es la concentración, unir todas las energías en un punto, ir directamente a ese punto sin mirar ni a la izquierda ni a la derecha”.
Sir Flinders Petrie
En tal sentido, desde Helpi Coaching les compartimos algunas claves para gestionar de manera efectiva nuestro tiempo.
1. Eliminar a los ladrones del tiempo
Por ejemplo, dejemos de postergar. Seamos brutalmente honestos con nosotros mismos y miremos cuánto tiempo pasamos en las redes sociales, chateando con los amigos o viendo la televisión.
Recordemos que, posiblemente, una de las cosas por las que no nos interesa desperdiciar así el tiempo es porque no le concedemos el valor adecuado.
2. Tener claridad: definir metas y objetivos
Consideremos que no nos estresa el tiempo ni la cantidad de trabajo, sino la incertidumbre: desconocer todos esos compromisos que vamos adquiriendo con nosotros y con otras personas durante el día y que no sabemos ni cuáles son ni cuántos son.
A veces, le prometemos a alguien “luego te mando el mail” o “luego te llamo”. Y eso, estimados lectores, ya se convirtió en un compromiso, nada más que no nos damos cuenta. Luego nos acordamos y ya nos estamos sintiendo culpables y estresados. Imaginemos eso multiplicado por 100 o por 1000.
3. Aprender a decir que no
Saber cuándo decir “no” es una de las herramientas básicas para poder gestionar el tiempo y ser productivos.
4. Dejar de sólo pensar en lo que se tiene que hacer ¡y hacerlo!
Esto suele suceder porque no tenemos claro aquello que queremos y entonces divagamos. Mejor escribamos lo que sería un resultado satisfactorio para nosotros y enfoquémonos en las acciones. También es importante visualizar ese resultado (como un ejercicio de coaching). Eso funciona muy bien.
5. Escribir objetivos concretos y medibles
Solamente el 5 por ciento de la población tiene escritos sus objetivos. El resto tenemos deseos de lo que nos gustaría que nos pasara.
Nuestros objetivos deben estar por escrito, además de ser claros, concretos y medibles. Así nos darán criterios para saber qué hacer y en qué momento.